miércoles, 2 de septiembre de 2015

Una oportunidad.

No estoy inspirada ¡o sí! siempre estoy inspirada pero nunca sé plasmarlo y termino arrepintiéndome de todo lo que creo, no es suficiente, no refleja las maravillas que surcan el pensamiento.

El caso es que este post no está para desahogarme, no está para poner cosas abstractas mal escritas que solo entiendo yo... está para contar un poco mi vida, así que podría decirse que es un post... ¿diario? sí, diario.

¡Mañana es la presentación de la universidad! Estoy nerviosa y ansiosa, quiero estudiar, aprender, conocer personas afines a mi y devorar la biblioteca ya que este último año he vivido en una desconexión permanente, necesito nutrirme de conocimiento de nuevo y no pienso desmotivarme por los fallos, ahora soy más fuerte, sé que no soy perfecta pero puedo esforzarme para complacerme hasta cierto punto.

¿Cómo serán mis compañeros? ¿Me aceptarán? ¿Me dejarán de lado por lo mucho que me cuesta abrirme? ¿De verdad parezco tan borde a ojos ajenos? Creo que mañana voy a evitarlos poniendo en práctica mis tácticas de no-socialización y ya hablaré con ellos el primer día de clases, mañana solo seré una exploradora silenciosa que se esconde tras vigas de hormigón. Ay, qué miedo... y qué ganas.

Ahora voy a ducharme porque apesto bastante, después coseré un lazo de mi próximo cosplay y por último intentaré dormir un poco.

¡Un abrazo! pero de lejos, que no me gusta el contacto físico.

martes, 1 de septiembre de 2015

Luna ¿por qué?

Porque es misteriosa y oscura pero a la vez ilumina la noche.

Porque su luz ha contemplado maravillas que no nos podemos imaginar.

Porque me une con el universo, me recuerda cada noche que hay algo más allá y no estamos solos.

Porque está herida y eso la hace más majestuosa.

Porque podría quedarme horas mirándola pensando en la nada
y a la vez en el conjunto de todo lo que nos rodea.

Porque ambas somos polvo de estrellas.

Porque me ha secado las lágrimas y abierto un haz hacia el futuro.

Porque quiero ser mi propia luna.







Estoy llorando.

No soy buena.
No soy bonita.
No soy suficiante.
No soy.

Estoy llorando y me siento estúpida por ello.
Estoy llorando y sé que no tengo motivos.
Estoy llorando y sé que yo soy el motivo.

¡Es estúpido! ¡Soy estúpida! Creí haber escapado de aquello hace mucho pero aún quedan lagunas, lagunas en las que me meto tímidamente esperando un reencuentro, quiero sufrir, necesito darle la mano a la oscuridad y convivir con ella, necesito la inmensidad de la tristeza. Tira de mi. Me hunde. Me aísla. No existe. ¿Existe?

El mundo es translúcido y oscuro y yo soy una autómata que habla sin decir nada, lo que para muchos es alegría y compañía para mi es un torbellino de malestar y juicios negativos. Me duele la cabeza.